¿Te gustaría saber cómo hacer frente a situaciones complicadas? En este post te dejo 16 16 recursos para superar la adversidad según la Salutogénesis.
Te invito a descubrir los recursos de los que ya dispones y a desarrollar aquellos que todavía no.
¿Por qué hay personas que sobrellevan bien una circunstancia adversa y otras se quedan ahí ancladas de por vida? Cualquier circunstancia: un despido, la menopausia, una pérdida, un fracaso amoroso, un problema de salud, la infertilidad, puede ser llevado de mejor o peor manera, en función de la resiliencia de cada persona en ese momento.
La resiliencia es la capacidad que tenemos para adaptarnos lo mejor posible a una situación adversa.
La resiliencia es como una esponja que se puede contraer mucho y que luego vuelve a su ser. Es la capacidad de recuperar nuestra elasticidad, nuestra forma inicial tras un impacto emocional.
El ser humano tiene una fuerza vital interna que le hace superar la adversidad por muy dolorosa que sea. La superación de la adversidad es un desarrollo positivo, es un crecimiento personal a pesar de la dificultad, ya que has superado algo complicado y esto te capacita para el futuro.
Los recursos son cualquier cosa que puedan ayudar a una persona a mantener su integridad. Son anclas de carácter interno o externo que te ayudan a mantener la calma y la conexión con lo que está ocurriendo. Un ancla es un estímulo que cambia nuestro estado emocional de manera instantánea. Por ejemplo cuando hueles un aroma y te traslada a la casa de tu abuela, o bien cuando escuchas la canción de tu primer beso…
Cada uno de nosotros dispone de varios y diferentes recursos tanto internos como externos y se trata de hacerlos conscientes para que a través de ellos encuentres la manera de lidiar momentos complicados y además aumentar tu resiliencia.
Entre mis anclas están:
Es importante que comiences a hacerte una lista de recursos que te ayuden a mantener la calma ante una situación de estrés. Si además las practicas, irás aumentando tu ventana de tolerancia al estrés, estarás aumentando tu resiliencia sin darte cuenta. ¿A qué esperas?
Aaron Antonovsku americano de origen judío, fue un sociólogo que llevó a cabo diferentes estudios sobre el impacto del estrés en la salud y cómo somos capaces de afrontarlo. Se preguntó cómo era posible que personas que habían vivido situaciones tan traumáticas como el Holocausto, hubieran sido capaces de llevar después una vida normal, sin caer en el desequilibrio físico o emocional. Llevó a cabo diferentes estudios en diversas circunstancias: adolescentes en familias desestructuradas, mujeres en menopausia, personas ante la jubilación laboral o enfermedades terminales, etc.
En todos sus estudios, Antonovsky observó que algunas personas llegan a alcanzar un buen estado de salud a pesar de su exposición a factores de estrés potencialmente incapacitantes.
A partir de estas investigaciones desarrolló la Salutogénesis, teoría que exploraba sistemáticamente la salud en términos de desarrollo humano, demostrando que la salud óptima de las personas está en su capacidad de construir experiencias coherentes y satisfactorias en su vida. Y esto se consigue a partir de disponer de unos recursos generales de resistencia y el sentido de coherencia que es la capacidad de utilizar los recursos en el fluir de la vida.
Simplificando y llevándolo a mi terreno sería el disponer y el saber utilizar los recursos necesarios de cara a afrontar una situación estresante.
Pero ¿cuales son los recursos que ayudaron a los supervivientes de los campos de concentración a vivir luego de una manera plena? Según los estudios de Antonowski serían 16:
Seguro que muchos de estos recursos ya están en tu ser, pero quizá otros no. Quizá es hora de desarrollarlos. No te sientas culpable si no dispones de ellos. Es hora de tomar conciencia de dónde partes y a donde quieres llegar.
Si tu base es sólida tu capacidad de afrontar una situación complicada será desde una ventana de tolerancia más amplia, será desde una gran resiliencia. Por tanto será más llevadero, siendo igual de doloroso.
Así que te invito a darte la oportunidad de comenzar a ampliar esa ventana de tolerancia.
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