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Ya han pasado más de 6 meses desde que nos anunciaron que nos teníamos que confinar en nuestros hogares. A partir de ahí se han producido muchos cambios en nuestra sociedad. El miedo, la tristeza y la inseguridad se apoderaron de nosotros. Claramente se desestabilizó todo nuestro sistema nervioso al percibir que “el mundo está cambiando para siempre”, perdiendo la confianza y la seguridad que necesitamos para sentirnos equilibrados.
Como algunos mamíferos, los humanos somos una especie social, por tanto, la supervivencia humana depende de la interacción social. El biólogo evolutivo Dobzhansky afirma que “el más apto puede ser también el más amable, porque la supervivencia a menudo requiere la ayuda y cooperación mutuas”.
El distanciamiento social o la cuarentena claramente impactan en nuestro sistema nervioso sintiendo la amenaza, ya que el humano a través de la comunicación y la conexión consigue calmarse. La paradoja ahora es que si te relacionas es muy probable que te infectes.
En consulta he podido comprobar cómo la pandemia ha llevado a muchas personas a un estado fisiológico de amenaza produciendo un desequilibrio físico y mental, afectando esto a cómo se han relacionado ante los demás.
Lo importante es entender a aquellas personas que han adoptado ciertas conductas inusuales. En función de su salud física y mental, de cómo y con quien han pasado esta situación (sólo o en compañía) y de sus creencias (miedo al contagio) habrán sufrido más o menos desequilibrio emocional a lo largo de estos meses.
Algunas claves para relacionarnos en estos tiempos:
- Las nuevas tecnologías nos han salvado de una crisis relacional mayor. Es importante percibir el rostro del otro, sentarse y percibir sus rasgos, ya que es la manera que tenemos los humanos de regular nuestro sistema nervioso.
- El contacto físico: lo que más me he encontrado en consulta es precisamente el dolor de aquellas personas que viven solas y que por miedo no han abrazado a sus nietos, amigos, etc. ¡Es importantísimo el contacto piel con piel, y no sólo en el parto! Si tienes suerte de estar en casa con tu familia es el momento de abrazar más que nunca, pero si estás sólo hazlo tu mismo, cada día toma tiempo para darte un pequeño masaje sintiendo tu piel, no es echarte crema, no, es sentir el contacto nutritivo de tu piel.
- Compasión: La pandemia ha generado mucho desequilibrio emocional y esto ha hecho mostrar ciertas conductas inesperadas a personas de nuestro entorno más cercano. Entiende que es el momento de no juzgar, de no pedir explicaciones y de acompañar desde el lugar que se te permita.
- Respeto: La pandemia ha recolocado a muchas personas, esto es, les ha despertado de su inconsciencia y han empezado a vivir la vida desde otro lugar. Es muy probable que dejen de hacer cosas que antes hacían o al revés, que prioricen y den más importancia ciertas conductas o a ciertas personas. La pandemia trae consigo un cambio brutal y ya nada será como antes. Es importante que respetes a tu alma llevando a cabo eso que deseas y respetes de la misma manera a los que te rodean te guste o no su nueva vida.
- Personalidad: En esta crisis se ha podido percibir la personalidad de cada uno por sus conductas y comportamientos ante la crisis. Cada individuo es un ser único. Los hay que necesitan tenerlo todo controlado y esto les ha generado mucha angustia, los hay que se desviven por ayudar a los demás y esto ha hecho que se olviden de sí mismos y estén agotados, los hay que necesitan de la expansión de relacionarse y se han sentido absolutamente enjaulados, los hay temerosos y esto les ha provocado sacar lo peor de ellos mismos, los hay que viven en su mundo y esto ha hecho que se encierren más en sí mismos,… Para gustos hay colores. Lo importante es respetar a cada individuo en su idiosincrasia, sin pretender que te sigan en tus ideales o se relacionen de la misma manera que tú deseas.
- Amabilidad: Es el momento en el que nuestra sociedad necesita más que nunca que seamos amables, positivos y agradecidos. He tenido que atender a muchas personas muy alteradas a la vuelta a la normalidad precisamente por tener que convivir con mucha irascibilidad en las personas. Hay que entender que hay un cambio en todo, en las nuevas formas de comprar, de ser recibidos en consultas, etc. Es imprescindible salir con una sonrisa de casa y no parar de agradecer cualquier tontería que ocurra a tu alrededor. De esta manera estás provocando, tanto en ti como en los demás, un estado de positividad y de calma. Y en estos tiempos en los que parece que se trata de separar a la sociedad, es cuando la sociedad debe tomar conciencia de los importante que es estar unidos, generando optimismo y amabilidad allá por donde vas.
Cómo relacionarte en tu entorno:
- Adiós a SuperMami y SuperPapi: Casi todos los hogares han visto un nuevo cambio en las costumbres familiares. Los niños necesitan de rutinas y ahora más que nunca se han tenido que adaptar y flexibilizar antes esta nueva situación. Lo prioritario es que los niños se relacionen con sus iguales, dejando en segundo plano el nivel académico, ya que un niño emocionalmente insano no podrá aprender. Te aconsejo que dejes de culparte si están en casa utilizando el móvil o la máquina para interactuar con sus amigos. Deja de culparte si tienes que trabajar y no puedes ocuparte de ellos y están enganchados a la tele, no eres DIOS. Es lo que nos está tocando vivir. Y cuando puedas les dedicas tiempo de calidad, esto es estás con ellos al 100% sin otras distracciones. Es el momento de que vayan asumiendo responsabilidades en el hogar, es el momento de hacer equipo en familia.
- Adolescentes: deriva del verbo latino adolescere: crecer, desarrollarse. Ellos necesitan más que ningún otro relacionarse con sus iguales. Están en el momento en que el cambian del apego hacia sus padres a sus amigos o parejas y privarse de eso es tremendo para ellos. Es el colectivo en el que más se ha puesto el foco de irresponsabilidad y yo pienso que es el colectivo al que se le debe comprender y empatizar más. Es importante hablar con ellos, ponerse en su lugar y dejar de culpabilizarles. Les está tocando perderse aquello que tanto anhelaban en sus últimos años de infancia: viajes, discotecas, conciertos, etc. ¡Ponte en su lugar!
- La pareja: Claramente este confinamiento ha marcado un antes y un después en múltiples parejas. He acompañado a muchas separaciones en estos meses, ya que estando juntos ante una situación tan compleja se han dado cuenta que no fluía el amor entre ellos. Sin embargo, también he podido comprobar cómo muchas parejas se han unido. El roce hace el cariño, y aunque ha habido mucho estrés, aquellas parejas con buenos cimientos se han visto reforzados, precisamente por lo que comentaba al principio, la convivencia ha hecho que entre ellos puedan regular su sistema nervioso a través de la conexión amable entre ellos: comunicación, piel con piel, disfrute.
- Familia y amigos: Mi percepción es que nos ha ordenado (o desordenado) en los diferentes grupos o sistemas a los que pertenecemos. Tras una situación compleja sale lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros y esto se ha podido percibir en estos tiempos de pandemia. La conciencia social o familiar nos lleva a hacer cosas por los demás, aunque no nos apetezca y esto, si has estado un poco consciente en estos meses, te habrá llevado a concluir cómo quieres relacionarte con ellos de tal manera que mantengas tu paz interior. Muy probablemente también habrás retomado o comenzado nuevas relaciones que estaban dormidas y que ahora te están aportando. Las relaciones cambian a lo largo de la vida según el momento que estés viviendo y lo importante es saber adaptarte a cada momento.
