Hoy vamos a hablar de algo a lo que mucha gente no encuentra una explicación. ¿Hacer ejercicio físico depende sólo de tu fuerza de voluntad? ¿Por qué algunas personas encuentran su motivación para hacer deporte y otros parece que lo aborrecen?
El cuerpo humano no está diseñado para hacer ejercicio físico, sino para tener una actividad física como antiguamente iban a cazar. Además, hay estudios que empiezan a vislumbrar que la motivación no se hace, sino que se nace con ella. Esto es un componente genético, que por supuesto podemos desarrollar o todo lo contrario. Por tanto, la motivación o mejor dicho la determinación para hacer ejercicio físico está en tu mente, depende de tu cerebro.
Empecemos a diferenciar entre actividad física, ejercicio físico y deporte:
Es un proceso por el que se inicia y se mantiene una serie de comportamientos y conductas para conseguir un fin. Es la gasolina que nos ofrece la fuerza para estudiar y así sacar el carnet de conducir, hacer la comida los domingos para alimentarte bien el resto de semana y así no tener dolor de barriga, etc.
Existen dos tipos de motivación:
Por eso los deportistas tienen motivación intrínseca a la par que extrínseca, les encanta lo que hacen y es su pasión, pero también les encanta competir para conseguir trofeos, reconocimiento, e incluso un salario.
Pero como decía al principio, para el ser humano el deporte es hasta insaludable si se lleva al extremos, entonces ¿para qué hacer ejercicio? El ser humano está preparado para hacer actividad física y nuestro estilo de vida actual es cada vez más sedentario. Tanto es así que podemos estar sentados trabajando una hora para pagar luego una hora de entrenamiento. Pero de la misma manera, está preparado para comer lo que nace directamente de la tierra y lo que caza y pesca. Sin embargo, nos atiborramos a procesados y luego pagamos por hacer una dieta hipocalórica y a veces, a base de sobres.
Si fuéramos más homo sapiens no tendríamos tantas enfermedades y no tendríamos que pagar para ser saludables. De hecho, ya se habla de que los hospitales del futuro no serán para sanar la enfermedad, sino que serán centros de salud preventivos.
Es por ello por lo que la motivación para hacer ejercicio físico, desde mi punto de vista, debes ser tú mismo, debe ser tu “amoísmo”: Cuidarte y mimarte. Dentro de los manuales sobre cómo sanar la depresión ya se recogen capítulos donde se explica la importancia del ejercicio físico como uno de los recursos propios fundamentales. Además de la mejora cognitiva que puede suponer, mejorando tu concentración, la calidad del sueño o la prevención del Alzheimer.
En su día ya os hablé del cóctel de beneficios que supone el hacer ejercicio:
Lo primero, encuentra el objetivo que persigues: un cuerpo esbelto, salud física y/o emocional, jugar o bailar para divertirte con tus amigos y relacionarte, … A partir de ahí, ya tienes un fin, un objetivo.
Encontrarás una gran motivación para practicar ese ejercicio físico los primeros días. Pero tienes que encontrar la motivación a medio plazo para no dejar de hacerlo.
El desafío es mantener la motivación a medio y largo plazo y, ¡eso NO es motivación! ESO ES DETERMINACIÓN.
Angela Duckworth, psicóloga e investigadora, descubrió que lo que lleva al éxito a las personas es su determinación. Para ella, la determinación es la constancia para lograr metas a largo plazo a través de una mentalidad basada en el crecimiento continuo.
Según Angela los factores de las personas con determinación son:
Por tanto, necesitarás un objetivo a largo plazo para conseguir mantener la motivación diaria de practicar ejercicio. Y eso puede ser simplemente llegar a los 70 años de manera saludable y haciendo ejercicio 4 días a las semana, de tal manera que me encuentre ágil y saludable.
Sin embargo, si tu objetivo es intentar ir al gimnasio este mes, no lo harás, si es perder dos kilos inmediatamente no será sostenible en el tiempo.
En el deporte pensar en ganar es el juego de los perdedores, sin embargo si eres capaz de disfrutar del camino y de la competición y de lo que conlleva, será más factible ganar.
El fracaso es parte de la determinación y la falta de motivación también. Pero si tienes claro lo que quieres y lo persigues con tesón, tu motivación intrínseca comenzará a emanar. ¿O acaso no te duchas o te lavas los dientes a diario?
La automotivación está en tu mente, es hora de encontrar tu objetivo, ese que te hará actuar con determinación.
En la charla de hoy, Elena Caldito mi entrenadora y gran influencer del ejercicio físico y yo, hablaremos sobre cómo encontrar en tu mente las claves para integrar como un hábito más, el ejercicio en tu vida.
Con el comienzo del curso, solemos retomar la rutina y con ella toda la carga que esto supone (nuevos horarios, actividades, deberes...). Por eso es necesario intentar mantener el equilibrio...
Empecemos con algunas preguntas que me gustaría que te hicieras: • ¿Quién dirige tu vida? • ¿Cómo te has contado tu vida? • ¿Cuál es la narrativa, la historia de tu vida? •...
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