El bullying escolar o acoso escolar es un problema integral y por lo tanto requiere de una solución integral. En este vídeo quiero dar una visión compasiva y reflexiva sobre esta situación desde una mirada amplia hacia todos los actores que pueden participar en el acoso y siendo consciente de que detrás de cada historia hay un sufrimiento que merece ser escuchado y comprendido.
- La víctima o acosado, quien sufre emocional y físicamente. Puede experimentar desesperanza, miedo o aislamiento. Pero yo te digo NO ESTÁS SOL@. Siempre hay alguien dispuesto a ayudarte: un amigo, un profesor, un familiar, un profesional. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de valentía. Nadie debería atravesar este camino en soledad.
- El agresor, quien no ha tenido la oportunidad de aprender los valores y el respeto necesario para saber relacionarse desde la igualdad. A menudo, su violencia es un reflejo de su propio dolor, de carencias emocionales o de la falta de modelos saludables de relación. No se justifica su comportamiento, pero sí se puede entender su origen para poder transformarlo. Quizá, a través de la agresión, está pidiendo a gritos ser visto o comprendido.
- Los familiares de ambas partes muchas veces ni siquiera son conscientes de lo que está ocurriendo. Y cuando finalmente lo descubren, pueden sentirse desbordados, sin saber cómo actuar. A veces no reconocen a sus propios hijos en la forma en que enfrentan la situación. Por eso, la comunicación y la educación emocional en casa son pilares fundamentales para prevenir y abordar el acoso.
- La escuela, también juega un papel esencial. En algunos casos, encontramos docentes con sus propias heridas, que no saben cómo reaccionar ante el conflicto; o instituciones que, por miedo a dañar su imagen, prefieren mirar hacia otro lado. Pero la verdadera fortaleza de una comunidad educativa se demuestra cuando decide mirar de frente los problemas y actuar con responsabilidad y humanidad.
Para reflexionar sobre todo ello, tengo el honor de contar en esta entrevista con Patricia Cano, directora del Centro de psicología Cano. Juntas queremos ofrecerte una visión más amplia y humana de esta realidad que tanto nos interpela como sociedad.
Ambas queremos lanzar hoy este mensaje:
- Si te sientes víctima de acoso, recuerda que NO ESTÁS SOL@!!!
- Pide ayuda a quienes te rodean —familia, docentes, amistades—, porque siempre habrá alguien que te tienda una mano.
- Mantén la esperanza, esto pasará.
Y si conoces a alguien que pueda estar atravesando una situación similar, hazle llegar este mensaje. A veces, una palabra amable o una mirada comprensiva puede marcar la diferencia entre rendirse o seguir adelante.
“La empatía es el primer paso para cambiar el mundo: comienza cuando somos capaces de mirar el dolor del otro sin apartar la vista.”



