¿ANSIEDAD EN VERANO? 10 CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE TUS VACACIONES

Aunque la época estival es un momento idílico para descansar y resetearte emocionalmente, muchas personas terminan agotados y su salud mental queda resentida. La ansiedad en verano aumenta fundamentalmente por cómo reaccionamos ante el calor extremo, cambio de hábitos y cumplir con las expectativas sociales. 

¿POR QUÉ AUMENTA LA ANSIEDAD EN VERANO?

En verano empeora la salud mental de muchas personas, especialmente de aquellas que tienen cierto desequilibrio emocional. Alguno de los motivos por los que ocurre esto son:

• Calor extremo. Nuestro cuerpo no está acostumbrado a esas altas temperaturas y eso hace que nuestro sistema nervioso se altere, por tanto nos encontramos con insomnio, irritabilidad, deshidratación, falta de apetito, hipotonía, falta de productividad… Todo esto va a afectar a nuestro equilibrio emocional.
• Cambio de hábitos y rutinas. Desde cambios en la alimentación (recordemos que nuestro estómago es nuestro segundo cerebro por salir más, dormir menos al tener más planes y anochecer más tarde o bien dejar nuestras rutinas deportivas. Todo ello nos va a alterar.
• Cumplir con las expectativas sociales. Aquí se abre la gran caja de pandora. Bien porque tienes tantos compromisos sociales que te agotas. Bien porque no paras de mirar en las redes sociales todo lo que hacen otros y tus envidias e inseguridades afloran. Bien porque no terminas de verte con el cuerpo deseado, ese que también lucen otros en redes sociales. Y por supuesto esos viajes que generan más estrés que descanso porque quieres ver todo o porque tus planes son superiores al tiempo del viaje.

10 CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE TUS VACACIONES:

Las vacaciones son una oportunidad de descanso de verdad, de conexión con tu ser, de resetear tu mente y de reequilibrar tu sistema nervioso.

1. Gradúa tu salida del trabajo a tu lugar de vacaciones

Muchas personas se dan la gran paliza los días anteriores a irse, esto hace que su sistema nervioso simpático esté a tope, en modo lucha  y al parar repentinamente hay una caída brusca al parasimpático y puede tener consecuencias graves, desde infartos, ictus o un gran dolor de cabeza o muscular. Alguna vez te has puesto malo justo el día que te ibas de vacaciones? Puede ser debido a eso.

2. Planifica en la medida de lo posible tu verano

Desde el trabajo que vas a sacar antes de irte, lo que deseas hacer a nivel personal y luego lo que vas a hacer y donde. Todo ello con la idea de fluir en el día a día, con bajo nivel de exigencia y por supuesto con los límites adecuados para que puedas equilibrarte en todo momento. No tengas unas elevadas expectativas, tómate el verano como ese momento de reequilibrar.

3. Cuida de tu cuerpo

Intenta en la medida de lo posible no salirte mucho de tus rutinas de alimentación, sueño y deporte. Recuerda que el deporte es la mejor medicina para tu salud emocional y aunque sean unos paseos mañaneros no dejes de hacerlos.

4. Desconecta de las redes

Si tu verano se basa en ver lo que hacen los demás o en mostrar lo que haces tú continuamente, estarás desconectado de ti y de los tuyos para conectarte con los deseos, expectativas no cumplidas y un mar de inseguridades. Esto definitivamente puede ayudarte a bajar los niveles de ansiedad en verano y en cualquier momento que lo necesites.

5. Momento de conexión contigo y con los tuyos

Es el mejor momento para simplemente SER Y ESTAR. No tienes que demostrar nada a nadie, sólo estar y conectarte desde la tranquilidad, contigo y con los tuyos. Por ejemplo todos tirados en la arena mirando y respirando el mar, viendo el atardecer, durmiendo una siesta, paseando de la mano… algo sencillo. Esto hará que tu sistema nervioso se resetee, llegando a sintonizar con el nervio vagal ventral.

6. Momento de crecimiento personal

Las vacaciones son un momento único para desarrollarte personalmente a través de la lectura, escuchar podcast o bien conocer nuevos lugares. Mi consejo: dale a la curiosidad! Desde la curiosidad desarrollamos nuevas redes neuronales, nuevas oportunidades de reseteo emocional.

7. Deja las pantallas para abrirte al mundo, al horizonte

Una de las cosas que más está impactando en nuestra salud mental es el estar focalizados en una pantalla, con ello nuestro hemisferio izquierdo es el que está todo el día focalizado y dejamos casi sin músculo a nuestro hemisferio derecho (que es el intuitivo y emocional). Por tanto aprovecha tu verano para salir a dar paseos por el campo, por la playa y abrirte al mundo desde tus ojos y tu corazón, no desde una pantalla.

8. Planifica actividades diferentes que te emocionen

De esta manera generas emociones de entusiasmo, de alegría y de ilusión que quizá han estado en un cajón todo el año: desde montar a caballo, a hacer un picnic en la playa o bien ir a un autocine por primera vez. Si tienes hijos, ellos guardarán estos momentos en su cuerpo aunque no terminen de acordarse de mayores. De nuevo a darle a la curiosidad.

9. Es el momento llenar tu tanque de amor a través de tus relaciones sociales

Nútrete bien para el resto del año, quedando con tus amigos, riendo, bailando… Es importante que no tengas expectativas muy altas, que te dejes fluir, que desarrolles la gratitud y la compasión, dejando atrás los juicios de valor. Practica la amabilidad contigo y con los tuyos.

10. Vive el aquí y ahora

Es el momento de practicar el presente. Nuestra tendencia es a enredarnos con el pasado (depresión) o a angustiarnos por el futuro (ansiedad). Vive cada momento al 100%, no tengas la mente en otro lado. Es un buen momento para poner en práctica la meditación y el silencio. Te dejo un ejercicio para que aproveches a ponerlo en práctica este verano y así interiorizarlo de cara al resto del año.

EJERCICIO PRÁCTICO

Este es uno de los mejores ejercicios para centrarte en el “yo aquí y ahora”, sobre todo en situaciones estresantes. Se basa en tres sentidos:

• El tacto, que nos da información de los límites de nuestro cuerpo con el entorno (por tanto, del “yo”).
• La visión, que nos da información de lo que nos rodea, de detalles visuales del entorno (por tanto, del “aquí”).
• El oído, que nos da información de cómo se organizan los sonidos en el momento en que los percibimos (por tanto, del “ahora”).

Vamos ahora a fijar la atención mediante estos tres sentidos. La idea es percibir sensaciones físicas del entorno y de ti misma en contacto con el mundo, no emociones ni sensaciones internas. El procedimiento es como sigue:

• Fijar atención en 3 detalles táctiles y di: “Noto….”.
• Fija la atención en 3 detalles visuales y di: “Miro….”.
• Fija la atención en 3 detalles auditivos y di: “Escucho….”.

A continuación repítelo de la siguiente forma:

• Fija la atención en 2 detalles táctiles y di: “Noto….”.
• Fija la atención en 2 detalles visuales y di “Miro….”.
• Fija la atención en 2 detalles auditivos y di: “Escucho….”.

Finalmente repítelo de esta forma:

• Fija la atención en 1 detalle táctil y di: “Noto….”.
• Fija la atención en 1 detalles visual y di “Miro….”.
• Fija la atención en 1 detalles auditivo y di: “Escucho….”.

Acaba repitiendo 3 veces: “Yo estoy en el aquí y en el ahora”.

Si en algún momento te faltan detalles (por ejemplo, auditivos) puedes repetir alguno. Este es también un ejercicio estupendo para conciliar el sueño. Para terminar sólo desearte un feliz verano y ante cualquier desequilibrio no dudes en ponerte en manos de un profesional. Yo misma estaré encantada de ayudarte!!