ALGO SE MUERE EN EL ALMA, CUANDO UN AMIGO SE VA

Así lo decía una de las sevillanas más bailadas en España y en especial por mí y por su mujer. Hoy quiero bailar por él, por mi amigo Martín… hace unos días se fue de manera repentina y nos dejó un gran vacío en el alma.

Nos lo dejó a todos y a cada una de las personas que conocían a Martín. Una de las personas más armoniosas y amorosas que he conocido jamás.

Él era todo un ejemplo. Su prudencia, generosidad y dulzura le hacían estar siempre ahí pero sin hacer mucho ruido. 

Formó una hermosa familia al lado de una de mis mejores amigas, Pilar, quien ahora se encuentra escuchando los susurros de su alma para retomar su vida sin él. Eran un tándem, todo lo hacían juntos, hasta comprar el pan, y ahora le toca aprender a caminar sola, nada fácil.

De la misma manera que sus hijos Julia y Juan, dos hermosos jóvenes, cuya madurez emocional hará que el dolor lo transiten desde la serenidad.

Se dice que la familia nos viene dada y que los amigos son aquellos que elegimos de familia. Y así es, porque si un amigo no te aporta, para qué lo tienes de amigo.

Martín es de esas personas que no ha parado de aportar, de llenar el tanque del amor de cada uno de nosotros. Por ello, el vacío que deja es muy grande.

Y ¿QUÉ HACER CON ESE VACÍO?

Cada uno de nosotros lo viviremos desde un lugar diferente.

No es lo mismo para quien se tomaba un café con él cada día, que para el que lo veía dos veces al año. Eso está claro. De la misma forma puedes verle sólo dos veces al año pero tener una conexión especial con esa persona y sentir su pérdida con mayor intensidad.

El dolor y el sentimiento es único y especial para cada persona.

Cada uno lo va a sentir y expresar de diferente manera. TODO ES VÁLIDO.

El vacío se puede llenar de recuerdos, de bailar las sevillanas, según a él le hubiera gustado ser bailadas tras su pérdida. Mirando a la vida y viviéndola por ti y por quien se fue.

El dolor siempre quedará en el pecho.

El vacío siempre quedará en el corazón.

Pero el sufrimiento lo eliges.

Así mismo, es necesario transitar el dolor, atravesando cada una de las fases del duelo. Pero ¡ojo!,  no necesariamente todo el mundo va a pasar por ello. Insisto, cada cual lo va a vivir desde diferentes lugares.

A lo largo de mi experiencia han llegado a mi consulta muchas personas con algún trauma ante la pérdida de un amigo de una manera inesperada, como fue el caso de Martín. 

Y es normal, porque no estamos preparados para perder a alguien y menos sin esperarlo. Ante una enfermedad terminal, puedes ir haciendo el duelo por el camino. Ante una muerte inesperada, es completamente diferente. No estás preparado y de repente tu vida has de vivirla de otra manera, con un hueco en la mesa, con un número de teléfono al que nadie contestará más, tomándote tu café en solitario…

Para cualquier persona esto es muy abrumador y en caso de ser un amigo ,¿qué haces? Porque tu vida ha de seguir igual. 

Esta sociedad no está preparada para el dolor, para el sufrimiento y a veces no se le da el espacio a ese dolor. Así que a partir de ello pueden llegar los ataques de ansiedad, las depresiones, la culpa… 

¿Por qué le tocó a él que era tan bueno y tenía una familia tan feliz y no a mí, que soy un despojo humano…?

Porque la vida es un capricho que en ocasiones no sabemos vivir. Y si te gustaba cómo era tu amigo, cómo vivía la vida, llórale, haz tu duelo, y sal a vivir la vida, que así le honrarás.

A ti Martín, te honro desde lo más profundo de mi alma. Me enseñaste tanto… humildad, esfuerzo, amor, generosidad. 

Mi consuelo es haber tenido la suerte de haberte conocido, de ser mi amigo, de haber pasado tantos ratos buenos. Me encuentro serena recordando tu sonrisa. Lo tenías todo, menos “pelo”, pero hasta de eso te reías.

Te llevo en mi corazón, porque aunque ahora sienta cierto vacío, dentro de mi sé que siempre estarás guiándome.

Y ten por seguro que seguiré bailando con Pilar sevillanas en tu honor.

Algo se muere en el alma
cuando un amigo se va.

Cuando un amigo se va
algo se muere en el alma
cuando un amigo se va
algo se muere en el alma

Cuando un amigo se va
y va dejando una huella
que no se puede borrar
y va dejando una huella
que no se puede borrar.

No te vayas todavía,
no te vayas por favor
no te vayas todavía
que hasta la guitarra mía
llora cuando dice adiós.