RESILIENCIA EN EL TRABAJO: CLAVES PARA SUPERAR ADVERSIDADES

La resiliencia es la capacidad de la que disponemos para adaptarnos y sobreponernos lo mejor posible ante una situación adversa. En otra palabras, la resiliencia es la capacidad de afrontar situaciones complicadas, superarlas y además aprender de ellas para salir mucho más reforzados.

A nivel laboral nos encontramos continuamente ante distintos escenarios que requieran de esta capacidad de adaptación y superación ante situaciones complejas o adversas: falta de recursos, mobbing, estrés, resultados inesperados, dar noticias desagradables, cambios organizacionales, conflictos con compañeros, sobrecarga de trabajo… por todo esto será esencial prestar atención a nuestra resiliencia en el trabajo.

La resiliencia es una habilidad fundamental en el entorno laboral que aportará bienestar al trabajador y hará que su trayectoria profesional sea mucho más exitosa.

En un mundo laboral tan exigente como el actual, que además está en constante cambio, la resiliencia es una necesidad. El desarrollo de esta habilidad marcará la diferencia entre el éxito y el fracaso, tanto a nivel personal como organizacional.

CARACTERÍSTICAS DE UN TRABAJADOR RESILIENTE

Un profesional resiliente es una joya. No es aquel al que le rebota todo (resiliencia procede del latín: resilio, que significa rebotar), sino alguien que puede ser un modelo a seguir por los demás. Un gestor de equipos resiliente tendrá un buen equipo en la organización. Estas serían las cualidades principales:

• Capacidad de adaptación a los cambios que exige cualquier trabajo, bien sea en una multinacional o en pequeñas compañías o autónomos. Un trabajador flexible, con disposición y motivación para aprender, para realizar funciones diferentes, para adaptarse a todo tipo de personas. Poseen una gran tolerancia a la incertidumbre. Por ejemplo, esto fue crucial en pandemia: muchas personas comenzaron a trabajar de otra manera, en casa, en soledad. Muchos autónomos tuvimos que reinventarnos, saliendo a las redes sociales a buscar nuevos nichos de mercado…
• Autoconfianza con autoconocimiento. Conocen sus fortalezas y sus debilidades y esto hace que sepan cuál es su capacidad de afrontar ciertas situaciones y retos. Serán capaces de poner límites ante algo que consideren que no podrán superar, respetándose a sí mismos y a la organización. Pero de la misma manera son personas a las que les gustan los desafíos y por tanto lo verán como una manera de superarse a sí mismos, aprendiendo de sus vulnerabilidades y errores.
• Desarrollo y aprendizaje continuo. De cada crisis sacan una oportunidad de crecimiento personal. Son personas muy creativas, que no se quedan paralizados ante la adversidad, sino que lo ven como un desafío para aprender. Son personas resolutivas con una buena orientación al logro a las que les encanta aprender.
• Manejo del estrés. Ante una situación altamente estresante mantienen la calma y se centran en el aquí y el ahora de manera muy consciente, por lo que no se pierden en otros tipos de pensamientos o ideas que les genere ansiedad.
• Tienen una buena red social que les hace mantenerse más seguros ante una situación complicada. Generan empatía, positivismo, son facilitadores. Perciben sus relaciones como una oportunidad de nutrición a nivel emocional, generando en ellos así mucha más serotonina y dopamina. No les gusta hablar de problemas, criticar a los compañeros, evitan los conflictos. Sacarán siempre una sonrisa y el aspecto positivo de cada situación. Confían en la vida, así que confían en las personas y eso hará que la relación con ellos siempre sea más sencilla.

¿CÓMO INFLUYE LA RESILIENCIA EN UN ENTORNO LABORAL ESTRESANTE?

La resiliencia es la ventana de tolerancia de la que disponemos. Esta ventana de tolerancia es como un río que puede estrecharse mucho y no poder contener nada de caudal o todo lo contrario, podemos hacerla tan grande que afrontemos desafíos y adversidades con serenidad.

En el dibujo que muestro a continuación se puede ver cómo la resiliencia tiene que ver con nuestro sistema nervioso: ante una demanda altamente estresante podemos salirnos de esa ventana de tolerancia y actuar desde el sistema nervioso simpático, o lo que es lo mismo, desde un lugar de lucha, caos, miedo… o por el contrario podemos afrontar la situación desde un estado de paralización y colapso entrando en el sistema nervioso parasimpático.

Sin embargo si actuamos desde esa ventana de tolerancia, desde la resiliencia entrarás en un estado de coherencia, con energía vital y confianza para afrontar cualquier situación laboral estresante de manera equilibrada.

10 CONSEJOS PARA DESARROLLAR LA RESILIENCIA EN EL TRABAJO

Ampliar esa ventana de tolerancia es básico para tener una buena resiliencia. Te doy aquí una serie de consejos y acciones concretas para llevar a cabo en tu día a día y así mejorar tu resiliencia en tu entorno laboral:

1. Comienza el día temprano, no vayas con el tiempo justo. Madruga para disponer del tiempo suficiente para meditar unos 20 minutos, es la mejor medicina para aumentar tu córtex prefrontal y poder estar más sereno en lo que viene del día. Tras eso visualiza tu día en positivo, con los nuevos retos que tienes en ese día por delante.
2. Si te es posible entrena a primera hora de la mañana. Aumentarás tus niveles de dopamina y serotonina. Pero además llegarás ya a tu trabajo con una buena dosis de autorrealización y autoconfianza porque ya has hecho varias cosas por ti mismo a primera hora del día. ¿Qué más se puede pedir?
3. Según llegues al trabajo organiza tu día. Concéntrate en cada acción, haz una cosa cada vez y hazla la 100%.
4. Ante un imprevisto tómatelo con gracia, ilusión y aprendizaje. Es como bailar, la música cambia y con ello cambias el ritmo, sin más.
5. Lleva a cabo cada reto o acción desde la serenidad y el positivismo: no dejes que te interfieran pensamientos negativos, personas tóxicas, miedos…
6. Haz pequeños descansos cada dos horas, con ello autorregularás tu sistema nervioso y así aumentarás tu ventana de tolerancia.
7. Fomenta el compañerismo, la confianza y desarrolla una cultura de apoyo en tu entorno de trabajo. Con una comunicación clara donde se puedan expresar y compartir críticas constructivas, necesidades y sugerencias.
8. Saca lo mejor de ti, confía en tus capacidades y ponte en acción. Si te encuentras abrumado, toma perspectiva y distancia para no dejarte llevar por tus emociones. La ola emocional déjala pasar y desde ahí ponte de nuevo en acción.
9. Termina tu jornada con una visualización del día, tomando conciencia de aquello que podrías haber hecho mejor.
10. Termina felicitándote y agradeciendo aquello que ha ocurrido en el día, si lo apuntas mejor. Desde ese lugar te estará llenando de autoconfianza y bienestar. Y a la cama pronto, que mañana has de estar descansado.

Y como digo siempre, si crees que te desbordas demasiado, que tu ventana de tolerancia o resiliencia es muy bajita y comienzas a tener síntomas elevados de estrés o ansiedad no dudes en ponerte en contacto con un terapeuta cuanto antes.