¿CÓMO SUPERAR UNA PÉRDIDA? LAS FASES DEL DUELO

“Yo me perdono la vida todos los días”

“Cada día que amanezco me pregunto por qué se fue”

“Cuando veo a mi nieta pienso en lo que se está perdiendo”

“No paro de hablar con él mientras veo la tele sola”

“No me podía imaginar que eso me ocurriría a mi”

“Qué injusta es la vida, por qué él y no yo”

“Le llamo por teléfono cada día y le cuento cómo me fue”

Hace unos meses ya quería hablar del duelo, pero finalmente elegí esta semana sin saber que iba a escribir este artículo habiendo enterrado a mi querido tío Pepe hace dos días. Por tanto lo estoy escribiendo con lágrimas en los ojos y con un gran nudo en la garganta.

Quiero dedicar estas palabras a cada alma y estrella que nos acompaña, pero en especial a cada persona que se queda en vida sobreviviendo a su muerte.

La frase que acompaña a la ilustración “Yo me perdono la vida todos los días” la dijo Ana Obregón en mi Casa es la tuya hace unos días hablando sobre la pérdida de su hijo. Me impactó.

Decidí no ver el programa, no quería remover más el dolor que me acompañaba en esas horas. Mi tío fue un gran apoyo para mi cuando a los 8 años murió mi hermano Sergio y mis padres pasaron su duelo como pudieron. Pero aquel acontecimiento marcaría nuestras vidas para siempre.

Sobrellevar la muerte de un ser querido es un gran reto, en especial si es un hijo. Cada persona reaccionará de una determinada manera en función de cómo se encuentre anímicamente en ese momento y los recursos emocionales de los que disponga de cara a afrontar esa situación. Además el entorno y el apoyo psicológico que tenga será crucial de cara a superar esa pérdida.

¿Cuánto tiempo se necesita para superar una pérdida?

Pues va a depender de cada persona, desde meses hasta un año y muchas personas parece que no lo logran nunca. La realidad es que el paso del tiempo es crucial para recuperarse de la pérdida. Pero el dolor puede ser muy profundo en función de lo que la persona que se marchó significara para ti y el tipo de relación que hayas tenido.  De hecho si tu relación era complicada puede que tras su muerte te quedes en un estado de múltiples preguntas y confusión.

LAS FASES DEL DUELO

Como decía cada persona pasa su duelo de una manera determinada, en un tiempo necesario y no todas las personas recorrerán necesariamente por las famosas fases del duelo aportadas por la Dra. Elisabeth Kubler-Ross.

Según ella las personas que atraviesan una pérdida, pasan por las siguientes fases:

1. La primera fase es en la que uno se queda en shock, también denominada negación y aislamiento. Según llega la muerte, sobre  todo si es de imprevisto, no te puedes creer que eso te está pasando a ti. Lo niegas, comienzan pensamientos de culpabilidad hacia ti mismo: por qué no fuimos antes al médico, cómo lo podíamos haber hecho de otra manera… El miedo, la negatividad, la confusión acaban apoderándose de ti.
2. Después aparece la fase de ira o enfado, donde se buscan todos los culpables posibles. Te sientes mal tratado por los profesionales de la salud, por tus seres queridos. Sientes que nadie te entiende y que nadie puede ayudarte, porque lo normal es que ni siquiera tú mismo sabes ni lo que necesitas ni cómo te sientes. Sigue la montaña rusa de emociones: injusticia, frustración, irascibilidad, etc.
3. Ahora llega la fase de la negociación, donde harás cualquier cosa para intentar revertir esta situación. ¿qué podía haber hecho de cara a cambiar la situación? ¿Y si…?
4. Tras ello llega la desesperanza, la depresión, y aquí es donde te llenas de sentimientos de tristeza, de apatía, con una gran sensación de vacío interior. Cuando llega este momento, no queda ni una sola área de tu vida que no se sienta afectada por este dolor. Aquí te planteas la vida, por lo que es imprescindible rodearte de los tuyos o de un buen terapeuta.
5. Por último llega la fase de la aceptación. Y esto es aprender a vivir con ese dolor emocional, el dolor sigue ahí, pero hay que integrarlo en tu cuerpo, en tu mente y en tu vida. Aprender a convivir con ello para que emocionalmente te encuentres de nuevo con el equilibrio necesario para que puedas seguir tomando tu vida desde la alegría y el disfrute.

No todo el mundo ha de pasar por cada una de las etapas y no tiene por qué ser en ese orden, pero en general ocurre así y es necesario para llegar a esa aceptación. Lo importante es entender que cada emoción tiene una intención positiva y viene para enseñarte algo. Si analizas esa emoción y le preguntas para qué viene seguirás evolucionando, aumentando en ti un crecimiento personal y una actitud de superación que puede llevarte a conseguir tu objetivo.

A Elisabeth no le quedaron dudas: morir es tan natural como nacer y crecer, pero el materialismo de nuestra cultura ha convertido este último acto de desarrollo en algo aterrador.

«Haced lo que de verdad os importa… solo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.»

Va por ti, mi querido tío Pepe.