Tras un pequeño parón estoy encantada de estar de vuelta. Me apasiona mi trabajo. Me apasiona ayudar a las personas. Pero el 15 de julio decidí dejar mis comunicaciones porque necesitaba descansar. Y lo que iba a ser para un mes se ha convertido en cuatro meses.
Durante los dos primeros meses me fui a mi playa. Ese lugar dónde realmente recargo las pilas. Por supuesto, no dejé de pasar consulta. Este es el verdadero motor de mi vida ya que cuando lo hago el tiempo se para y soy absolutamente feliz. Pero es importante saber cuándo parar, hay que saber cuándo hay que recargar pilas.
De hecho, tuve la valentía en septiembre de comenzar una pequeña reforma en mi hogar. Al estar con las pilas recargadas y con mi canal de resiliencia a tope, todo ha sido sencillo, además de haber elegido un buen equipo, clave de éxito en las reformas. Quiero deciros que a día de hoy sigo de reformas… se sabe cuándo se empieza, pero no cuando se acaba.
Pero ahora hoy quiero contar mi película, por la que escribo este post. Quiero compartir mis vivencias para ayudar a más personas, nunca para victimizarme.
El 24 de septiembre tenía mi revisión ginecológica, tocaba mamografía y ecografía. Cuando yo me hago estas pruebas jamás miro la pantalla. Estoy absolutamente tranquila, serena y relajada, pero ese día me di cuenta de que ocurría algo. Había alguien de prácticas y efectivamente, le estaban enseñando un bultito que había salido en mi pecho. Les pregunté si debía preocuparme y me dijeron que no. Pero ya sabéis cómo es esta cabecita loca. Mi zona de seguridad se había tambaleado y mi intuición decía: ¡¡ojo no te relajes!!
El martes siguiente era el cumpleaños de mi hijo pequeño. Y hasta ese día intenté no pensar en ello, pero al acabar la celebración no pude más y me fui directa a Internet a buscar los resultados de manera online. En la fotografía se veía claramente ese pequeño bulto, ese pequeño tumor, pero el informe escrito no aparecía por ningún lado. Decía que había un error a la hora de descargarlo.
El martes la doctora se echó las manos a la cabeza, efectivamente, había habido un error en el protocolo y había un tumor en mi pecho izquierdo y un bulto sospechoso en el derecho. Ella me ha llevado en mis dos últimos embarazos y fue que me realizó una histerectomía, con lo cual mi confianza en ella era ciega. ¡Pero los protocolos no habían actuado! A partir de ahí tuve que hacerme una punción que pude adelantarla al viernes de esa misma semana, pero lo malo fueron 15 días de espera para tener los resultados.
En esos 15 días la media de un buen sueño serían cuatro horas al día. No estaba preocupada. Simplemente estaba paralizada, disociada, era como si mi cuerpo, mi mente y mis sensaciones corporales estuvieran desconectadas.
Gracias a Dios el resultado fue absolutamente positivo, todo había sido un susto, un mal sueño. Y, como de costumbre, le doy gracias a cada una de las crisis y sucesos vitales importantes que me han ocurrido en mi vida para aprender de ello.
Es por ello que hoy quiero compartir con vosotros mi experiencia y las necesidades de una persona que está atravesando por esas circunstancias, así como los consejos de cómo actuar ante alguien que está en esta situación.
Pues como veis, no me he aburrido en estos cuatro meses. Lo que he aprendido es mucho: ¿Cómo actúa nuestro sistema nervioso? Cómo se queda paralizado ante una situación complicada, ante una situación de alarma, ante la adversidad, ante un evento traumático, porque una punción, aunque parece una tontería, es un evento traumático hacia tu cuerpo. Y con esto solo quiero dar muchísima luz a todas las personas que están atravesando cualquier enfermedad complicada desde el famoso cáncer, a problemas de fertilidad, abortos, fobromialgia y múltiples enfermedades. Con todos vosotros está mi energía, está mi amor, porque yo de esta me he salvado. Pero todos nosotros somos vulnerables. Hay que estar preparados para cualquier adversidad. Por eso es imprescindible tener una buena resiliencia Y así aumentar tu capacidad de Superación de los sucesos vitales de la vida y por eso es imprescindible parar cuando tu cuerpo te está avisando. Os deseo lo mejor y ojalá podáis ayudar con este post a muchas personas que estén pasando por esta situación.
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