Estrés, presión, desmotivación, incertidumbre… Así se están encontrando mucho de mis clientes.
Y es algo habitual en el mundo empresarial, no es nada nuevo preguntar en los reconocimientos médicos a los trabajadores cómo se sienten y lo primero que te dicen que estresados, pero ahora hay más presión que nunca.
Se está percibiendo el miedo a perder el trabajo, el miedo a que la cuenta de resultados no sea tan pomposa como otros años, el miedo al ERE, el miedo a la crisis económica que parece que acecha… Hay miedo en el ambiente y esto deriva en estrés, en presión.
Además el nuevo escenario tras la pandemia ha llevado a trabajar de otra manera y esto trae sus propias consecuencias.
Las personas necesitamos socializar y el estar desde hace un año teletrabajando en casa hace que se haya perdido lo que mi amigo Cipri Quintas llama la Inteligencia Relacional. Es importante ver a la otra persona, reír a su lado, hacer un chascarrillo, tomar el café juntos, etc. Tengo clientes que están teniendo fobia al ordenador, al color del Teams o la plataforma que utilicen y a la sala dónde trabajan. Es el momento de hacer una vuelta escalonada, donde velando por la salud de todos puedan elegir ir o no. El estrés y el agotamiento emocional que está suponiendo el encierro en casa es brutal.
Para paliar esta situación mi recomendación es que adoptes la misma rutina que hacías antes, según te levantas, te duchas y te arreglas (aunque sea un poco), intenta hacer reuniones con la cámara encendida, ya que la expresión facial es básica para interactuar y sentir el calor humano. También recomiendo un cafecito a media mañana con video llamada con alguno de tus compis o amigos, a la hora de la comida nútrete bien, no te hagas cualquier cosa, aprovecha para cuidar tu templo sagrado. Y al finalizar tu jornada, que no has de alargar más por estar en casa, sal a la calle o a medio día a comer. Es importante que el sol te nutra de vitamina D. Y no dejes de añadir ejercicio a lo largo de la semana.
Y ahora vamos a ver qué sucede con aquellas personas que no desean volver a su puesto de trabajo. Esto puede ser por miedo al contagio, porque tienen en casa a sus hijos estudiando online y no quieren dejarles, y muchos de ellos simplemente porque no aguantan la mascarilla tantas horas seguidas. A todas ellas les digo que lo mejor es que socialicen y se incorporen a su trabajo como venían haciendo antes de la pandemia. Hay que transitar ese miedo, no podemos cambiar las situaciones, por lo que lo más operativo para ti será adaptarte lo antes posible. Sin quejarte, porque a través de la queja te envenenas.
Se está pidiendo mucho, el personal no se ha cogido vacaciones este año debido a la situación y el agotamiento emocional está por las nubes.
Para paliar todo esto te dejo aquí algunos de mis consejos:
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