Quiero ser feliz pero no sé cómo. Así llegan a consulta muchas personas que un día dejaron de disfrutar de la vida y que anhelan el estado de felicidad.
Pero qué es la felicidad. Veamos qué nos dicen algunos de los sabios que nos acompañado a lo largo de la historia:
El hombre más feliz del mundo según los investigadores de la Universidad de Wisconsin se llama Matthieu Ricard, francés, nacido en 1946, doctor en biología molecular, monje budista y asesor personal del Dalái Lama. Para él “la felicidad es un tesoro escondido en lo más profundo de cada persona”.
En una de sus entrevistas para la BBC le preguntaron cuál es el secreto de la felicidad y respondió el altruismo y la compasión. Para Mattihieu la felicidad no es simplemente una sucesión interminable de sensaciones placenteras, lo que parece más bien una receta para el agotamiento.
Es más bien una forma óptima de ser que resulta del cultivo de muchas cualidades fundamentales como el altruismo, la compasión, la libertad interior, la resiliencia, el equilibrio emocional, el equilibrio interior, la paz interior y otros.
Partimos de que cada persona tiene una tendencia natural en función de su herencia genética. No es lo mismo una persona nostálgica, que un negacionista radical, que alguien positivo por naturaleza. Es por ello por lo que unos negarán la felicidad diciendo que es algo no conseguible y otros seguirán echando balones fueras y culpabilizando a los demás de su falta de felicidad.
La buena noticia es que podemos cambiar a través de la neuroplasticidad cerebral, podemos desarrollar habilidades que pueden cultivarse mediante el entrenamiento de nuestra mente.
Por tanto y antes de adentrarnos cómo ser felices vamos a partir de varias premisas:
Vamos ahora a ver cómo podemos desarrollar esas claves para encontrar la felicidad.
Dime cómo eres, qué necesitas y en función de ello sabrás como te tomas la vida y que necesitas par encontrar esa felicidad.
Ya sabéis que siempre digo que una de las claves de la evolución es el autoconocimiento, desde ahí ya decides cómo tomarte la vida.
Una mente preocupada continuamente y distraída no es una mente feliz. Esas mentes que no paran de rumiar no pueden ser felices. Así que es hora de callar a tu vocecita. No hay que luchar, no hay nada a lo que aferrarse, sino que hay que dejarse llevar por el río de la vida, con determinación y responsabilidad de cómo quieres vivir.
La resiliencia consiste es adaptarse y superar de manera óptima y rápidamente de las situaciones adversas. Además es importante aprender desde el lado positivo sobre lo acontecido. La evolución es la clave del éxito.
O lo que es lo mismo autonomía, coraje, ausencia de miedo y de bloqueos limitantes. A través del autoconocimiento la autocompasión y la evolución personal podrás alcanzarlo. A veces nacemos ya con bloqueos transgeneracionales, es por ello por lo que le doy tanta importancia a un trabajo psicoterapéutico.
Tanto a otros como a nosotros mismos, tanto sabiendo amar, como dejarse amas. ¿Cuántas personas cuando son abrazadas se sienten violentadas?
Hay que dejar atrás el ego, el hablar solo de nosotros mismos para dar paso a compartir amor, a respetar a cada ser desde su idiosincrasia.
Aportando amor y felicidad a los demás tu tanque del amor y de la felicidad será llenado.
Desde el amor y el respeto hacia ti mismo, desde la libertad y la independencia, decide cómo vivir.
Sin un destino, sin un objetivo, sin pasión, si que te guste levantarte cada mañana es muy difícil ser feliz. Cuales son tus deseos de vida, cómo quieres vivir la vida. Cual es el propósito que te mueve.
Es crucial encontrar el equilibrio emocional e interior. Para ello es fundamental conocer cómo eres, cómo autorregularte y tratarte dese la empatía y la compasión, tanto hacia ti y hacia ti mismo.
Recuerda que el sentirte perteneciente, el ocupar tu lugar, y encontrando el equilibrio entre el dar y el tomar sentirás ese equilibrio interior.
Si quieres evolucionar a nivel espiritual deberás dejar a un lado tu ego esa personalidad tuya que en el desequilibrio puede sacar lo peor de ti. Así mismo deberás acoger, entender y evolucionar en la conciencia familiar soltando cargas familiares. Así como la consciencia social que veces te llevará a tomar decisiones en función del sistema al que perteneces.
Para por fin escuchar tu alma, tu corazón. Siendo fiel a lo que de verdad quieres y te importa.
La felicidad reside en tu interior.
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