Hoy en día donde todo necesita de una etiqueta, es bastante habitual determinar a la mínima que estamos en una relación tóxica. Pero ¿una relación tóxica es igual a una abusiva? ¿cómo saber cuál es la diferencia?
En general se cree que una relación tóxica es igual que una abusiva, porque existen abusos, pero no es así, son diferentes.
La diferencia principal es que una relación tóxica es bidireccional, se da entre dos partes o más si se trata de un grupo, por ejemplo una familia, un equipo de trabajo, etc. Mientras que en una relación abusiva una de las partes ejerce el control sobre la pareja, ejerciendo un alto impacto en su salud mental.
Podemos definir una relación tóxica, término acuñado por Lillian Glass en 1995, como una relación en la que la dinámica principal es disfuncional, esto es, no hay apoyo entre las partes, existe el conflicto continuamente lo que hace que se dé un menoscabo a nivel emocional.
El vínculo que se establece en la pareja no es saludable, duele a nivel emocional. Se dan faltas de respeto, una comunicación agresiva o agresivo pasiva, celos, una elevada rabia y frustración por la intención de hacerse entender o cambiar al otro.
Son relaciones agotadoras, con conflictos y reconciliaciones continuas, pero donde existe el amor, pero es un amor tóxico. Establecen una danza emocional donde lucha por quedar siempre uno encima del otro. El uno hace de espejo del otro en su relación continuamente. Entre ellos sienten el dicho de “ni come, ni deja comer”.
Suelen ser individuos que establecen una relación de pareja con una gran mochila a sus espaldas, con sus heridas emocionales sin resolver, con una gran inmadurez emocional y con un estilo de apego ansioso o evitativo.
No son malas personas, ya que no se tienen la intención de hacer sufrir al otro, empatizan, sufren al verlos sufrir, al igual que sufren ellos mismos. En muchas ocasiones una de las personas puede no ser tóxica e incluso ser una persona emocionalmente estable y equilibrada pero sin saber muy bien cómo, se establece un vínculo tóxico con la otra persona.
Una relación de este tipo se produce cuando existe una clara desigualdad en el sufrimiento y en el control de la pareja. Quien abusa quiere y necesita el control sobre el otro y no le importa su sufrimiento.
Sus artimañas emocionales serán la manipulación, la humillación, el aislamiento, el menosprecio…Aun siendo conscientes del daño que hacen no dejan de hacerlo para conseguir su fin. Son personas que nunca piden perdón y que no empatizan con el sufrimiento de su pareja. Siempre están en posesión de la verdad.
Suelen utilizar el gaslighting que consiste en un abuso psicológico en el que se hace a alguien dudar de su propia realidad, por tanto les hacen sentir que están locos.
En el exterior son encantadores de serpientes, pero cuando cierran la puerta de su hogar se convierten en auténticos manipuladores y tiranos. Suelen ser tan sutiles en su manipulación, que hasta en terapia es muy difícil reconocerles.
Lo que más se va a ver afectado en una relación tóxica va a ser la autoestima. Pero la sintomatología puede llegar a ser muy variada e intensa: insomnio, trastorno alimentario, ansiedad, ataques de pánico, irritabilidad, apatía, tristeza…
En una relación tóxica ambos sienten dolor y muchos de los síntomas descritos. La importancia de hacer una terapia individual y de pareja es crucial de cara a vaciar mochilas del pasado, pero fundamentalmente aprender a relacionarse y comunicarse.
En una relación abusiva el impacto psicológico suele ser bastante mayor, ya que la persona abusada suele descender a los infiernos a nivel emocional pasando a pensar que está loca e incluso padecer sintomatología física (subidas de tensión, de azúcar, desarrollo de enfermedades autoinmunes…).
Para las personas afectadas es muy difícil desengancharse de esta relación, ya que han generado dependencia emocional, se sienten culpables y sienten que si ellos cambian todo irá mejor.
Si consiguen dejar atrás esa relación deberán trabajar en un buen proceso terapéutico ya que suelen desarrollar estrés post traumático.
Si tu relación sigue alguna de estas dinámicas acude a un profesional cuanto antes, porque me resumiendolo todo mucho, me quedo con estas premisas:
¿Has viajado a África? Una de las enseñanzas que me han aportado mis viajes a África ha sido valorar cómo en los lugares más recónditos donde los recursos escasean, cualquier niño...
¿Te gustas cuando te miras al espejo? Puede que la medicina estética te ayude con esto. La gran mayoría de gente respondería a esta pregunta que NO. Los cánones de belleza, las redes...
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