En la familia existen heridas, algo grande que sucedió en nuestro sistema familiar, que no sanó o que no se resolvió quedando en la conciencia familiar (ALMA FAMILIAR) y han ido heredándose generación tras generación, como lealtades familiares. Dejar atrás mandatos familiares a través de constelaciones familiares, hará que se desarrollen importantes movimientos de solución, ofreciéndonos una imagen sanadora, de apoyo y de fuerza, haciendo que el amor vuelva a fluir y la sanación llegue.
Cada persona pertenece al seno de una familia en un sentido amplio y esto hace que esté vinculada al resto de miembros del mismo sistema. Así mismo, existe una especie de conciencia familiar, alma familiar, que cuida del destino de la familia mediante una serie de mandatos o lealtades familiares que operan en cada uno de nosotros de forma inconsciente, como un piloto automático.
Nuestra necesidad de pertenencia al sistema hace que nos mantengamos leales a esos mandatos y que se los transmitamos a las siguientes generaciones. No obstante, esas lealtades familiares pueden jugar a favor nuestro o en contra. Por ejemplo, podemos pertenecer a una familia donde siempre se ha tenido éxito en los negocios y el dinero es bienvenido, o a una familia optimista y expansiva que se crece ante la adversidad. Pero también, a una familia donde hubo muertes tempranas y esto hizo que la carga familiar fuera la muerte, el estado depresivo, la enfermedad o incluso la infertilidad.
El anhelo de estar cerca de nuestros padres y pertenecer al sistema familiar hace que nos aferramos a determinadas conductas, actitudes o emociones que a veces nos hacen daño o sencillamente no nos favorecen. Lo importante, es sacar a la luz todo eso que está en nuestro inconsciente para, mediante sutiles movimientos del alma, poder entenderlo, integrarlo y elegir de forma consciente. El objetivo no es reprochar ni encontrar culpables en el sistema familiar, sino al contrario: recabar información, aceptar y, a partir de ahí, elegir tu propio camino desde la responsabilidad. Esto lo conseguimos a través de Constelaciones Familiares.
Hay algunas lealtades familiares inconscientes que se repiten en muchos sistemas familiares. Por ejemplo:
Al nacer nos unimos al primer sistema al que vamos a pertenecer a lo largo de nuestra vida, para nosotros es lo más grande. Nosotros no decidimos los padres, ni los abuelos, ni los hermanos. La vida lo define por nosotros y somos el resultado de lo que fueron ellos, no solo física o genéticamente, sino también a nivel emocional.
Por tanto, las respuestas emocionales de nuestra familia para nosotros son básicas y determinarán el resto de nuestra vida. Ya que es nuestro primer y más fuerte vínculo en la vida.
Dar luz a los mandatos familiares nos hace poder seguir con una vida más equilibrada, sanando las heridas familiares.
Con los mandatos familiares hacemos dos cosas; o seguirlas firmemente siendo leales a ellos (AMOR CIEGO), o transgredirlos (AMOR CONSCIENTE), haciendo justo lo contrario.
Con el amor ciego parece que somos felices porque somos inocentes, haciendo lo que nos dicta el sistema familiar, pero estamos renunciando en muchas ocasiones a nuestra felicidad. Hacemos lo que se espera de nosotros para no convertirnos en la oveja negra de la familia.
Como afirma el polifacético creador de la psicomagia, Alejandro Jodorowsky, nuestro árbol genealógico puede ser nuestro gran tesoro y a la vez nuestra gran trampa.
Por eso es importante dar luz a nuestro árbol, ya que heredamos de él sus luces y sus sombras. A través de las constelaciones familiares y la terapia sistémica, daremos luz tanto a los problemas ocultos (enfermedades, violaciones, muertes tempranas, secretos, ruinas económicas, guerras, etc.) como los dones familiares (éxitos, desarrollo, matrimonios felices, fertilidad, etc.). De esta forma, conseguiremos esclarecer las hipótesis sobre cómo un problema actual puede estar relacionado con el alma familiar, o sea, con la red de vínculos a la que pertenecemos.
¿Qué vamos a buscar con las constelaciones familiares?
Cuando alguien se queda anclado en el dolor o el resentimiento por sus padres o sus ancestros, pierde conexión con la vida. Se da una desmotivación hacia la vida. Por tanto, es importantísimo honrarles desde la humildad, con sus luces y sus sombras, para transcenderla y empezar a escribir tu propia historia.
Una constelación hace que se desarrollen importantes movimientos de solución, ofreciéndonos una imagen sanadora, de apoyo y de fuerza, haciendo que el amor vuelva a fluir y la sanación llegue. Con ella encontrarás el bienestar, la liberación y la paz.
Bert Hellinger, creador de las constelaciones familiares, decía “Honrar a los padres significa tomarlos tal como son, y honrar la vida significa tomarla y amarla tal como es: con el principio y el final, con la salud y la enfermedad, con la inocencia y la culpa.”
Si quieres honrar tu pasado, liberar tu presente y crear un futuro luminoso a través de Constelaciones Familiares, no dudes en llamarme.
Para terminar, te propongo que leas en voz alta el texto siguiente, que es una especie de oración dirigida al alma familiar. La puedes leer como si te dirigieras a tu madre o tu padre.
Querida mamá: querido papá:
Tomo la vida de ti, toda entera,
con lo bueno y con lo malo,
y la tomo al precio entero que a ti te costó
y que a mí me cuesta.
La aprovecharé, para alegría tuya
(y en tu memoria).
No habrá sido en vano.
La sujeto firmemente y la honro,
y si puedo la pasaré, como hiciste tú.
Te tomo como mi madre,
y tú puedes tenerme como tu hijo/hija.
Tú eres la verdadera para mí, y yo soy tu verdadero/a hijo/hija. Tú eres la grande, yo el pequeño/la pequeña.
Tú das, yo tomo.
Querida mamá,
me alegro de que hayas elegido a papá.
Vosotros dos sois los únicos para mí.
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