Hoy vamos a hablar de cómo sanar tu linaje materno o paterno, algo absolutamente necesario para que encuentres la paz de tu alma. Ya que si tu relación con tus padres se ve afectada de alguna manera, repercutirá en distintos aspectos de tu vida: en la manera de relacionarte con los demás, en tu relación de pareja y por supuesto con tus hijos, en tu éxito o desarrollo profesional, en tu economía… Para avanzar en la vida de una manera sana y equilibrada, es necesario sanar la relación con tu madre o padre y vamos a ver cómo podemos hacerlo.
Cuando alguien se queda anclado en el dolor o el resentimiento por sus padres o sus ancestros, pierde conexión con la vida. De hecho cuando rechazamos a uno de nuestros padres, en muchas ocasiones nos ponemos en su lugar sin saberlo haciendo que eso que no nos gusta de ellos lo repliquemos en nuestra vida.
Por tanto, pienso que es necesario trabajar en ello cuando encuentras cualquier tipo de bloqueo o enfermedad en tu vida. Hoy te daré aquí algunas pinceladas, pero lo que está claro es que la mejor herramienta para sanar tu árbol familiar son las constelaciones familiares.
Todos pertenecemos a un sistema familiar. Más adelante, según evolucionamos, vamos formando parte de otros sistemas, de otros grupos de personas con los que tenemos algo en común: la clase del colegio, la empresa para la que trabajas, la nueva familia que creas junto a tu pareja, etc. Pero el que más nos marca sin duda es el sistema familiar, que no se limita a nuestros padres y hermanos (esto sería lo que se suele llamar “la familia de origen”), sino que abarca todos los antepasados con los que nos une un vínculo.
Los sistemas funcionan mejor o peor según cómo nos relacionamos. Para relacionarnos de manera próspera y vivir en equilibrio, nuestro sistema debe estar basado en los Órdenes del Amor, establecidos por Bert Hellinger y referidos a las tres necesidades que tenemos todos los que formamos parte de un sistema familiar:
Cada persona, pertenece al seno de una familia en un sentido amplio y está vinculada al resto de miembros del mismo sistema. Al mismo tiempo existe una especie de conciencia familiar que cuida del destino de la familia mediante una serie de mandatos familiares.
Nuestra necesidad de pertenencia al sistema hace que nos mantengamos leales a esos mandatos y que se los transmitimos a las siguientes generaciones. No obstante, esas lealtades familiares pueden jugar a favor nuestro o en contra. Por ejemplo, podemos pertenecer a una familia donde siempre se ha tenido éxito en los negocios y el dinero es bienvenido, o a una familia optimista y expansiva que se crece ante la adversidad. Pero también a una familia donde hubo muertes tempranas que se ocultaron y esto hizo que la carga familiar fuera la muerte, el estado depresivo, la enfermedad…
Hay algunas lealtades familiares inconscientes que se repiten en muchos sistemas familiares. Por ejemplo:
Lo importante es entender tu linaje para poder tomar la vida desde un lugar lleno de energía. Por eso, te propongo ahora que hagas un ejercicio de introspección en tu alma familiar y trates de averiguar si inconscientemente estás manteniendo algún tipo de lealtad familiar que te bloquea. Existen múltiples acciones que puedes llevar a cabo para sanar tu linaje y te diré, con una no basta. Pero lo más importante es tomar conciencia de ello.
Así que comencemos, tómate un tiempo de introspección delante de varias hojas en blanco y comienza a escribir sin reprimirte en nada, deja salir lo que te venga, siendo lo más honesto contigo misma:
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