El podcast de hoy lo baso en un artículo que llegó hace muy poquito a mis manos de la Dra. Sue Carter sobre la neurobiología del amor. La Dra. Carter es la científica que descubrió la relación entre el comportamiento social y la oxitocina. Carter se centra en los sistemas neuroendocrinos y en cómo estos sistemas explican el impacto positivo en la salud física y mental, los vínculos sociales y las relaciones de confianza.
Hace ya unos meses os conté como el descubridor de las Zonas Azules, Dan Buettner identificó 5 regiones con casos de alta longevidad entre ellos estaba Okinawa en Japón, donde además de la filosofía ikigai, influía en su esperanza de vida es importante el concepto de moai cuyo significado es que tienes un grupo de amigos muy cercanos. La soledad te quita aproximadamente ocho años de tu esperanza de vida, frente a las personas que están más conectadas. En Okinawa, tradicionalmente no tienen que preocuparse por la soledad, porque cuando eres un niño tus padres te introducen en estos moais. Se puede definir como una red social comprometida que dura de por vida y que lo más importante es cuidarse entre ellos en tiempos difíciles. Ahora más que nunca, tras el confinamiento, se ha visto cómo aquellas personas que lo han vivido en soledad han sufrido un deterioro físico y emocional mayor que el resto.
El amor es intrínsecamente bello, pero también complejo y misterioso. Aunque el amor puede ser difícil de definir, la lista de funciones del amor es larga. El amor influye en todos los aspectos de la existencia humana. El amor es una medicina poderosa. Las relaciones saludables pueden proteger contra las enfermedades y restaurar el cuerpo frente a las enfermedades. Sin relaciones amorosas, los seres humanos no prosperan, incluso si se satisfacen todas sus otras necesidades básicas.
El “amor perdido” es una de las formas más poderosas de estrés y trauma. En consulta se pueden ver las consecuencias de un amor no correspondido cuando eres niño y cómo eso afecta a tu edad adulta.
Ahora entendemos que el amor se basa en una biología que opera en gran medida por debajo del nivel de la conciencia humana debido a dos hormonas: la oxitocina y la vasopresina. Tanto la oxitocina como la vasopresina son importantes para la formación del vínculo social, pero sus funciones son sorprendentemente diferentes.
Las propiedades únicas de los sistemas de oxitocina y vasopresina permiten que estas dos moléculas sean altamente adaptativas y apoyen emociones como el amor, pero también los celos y la agresión defensiva. El sistema de oxitocina-vasopresina cambia constantemente a lo largo del ciclo de vida.
También se conoce que las relaciones amorosas, especialmente en la vida temprana de recién nacidos, pueden influir en el comportamiento a lo largo de la vida, en parte a través de cambios en la sensibilidad del sistema de oxitocina. La ausencia de un apego seguro en la crianza puede crear un patrón de autodefensa y una sensación de amenaza que podría inhibir la capacidad de amar en la vida posterior.
La vasopresina es la más primitiva de las dos y está asociada con funciones adaptativas del aprendizaje de la ansiedad, el miedo y la evitación.
La oxitocina, por el contrario, se asocia con comportamientos prosociales, incluido el compromiso social y la formación de vínculos sociales. La oxitocina también puede inducir una sensación de seguridad, reducir la reactividad a los factores estresantes, bloquear el miedo y aumentar la confianza. La oxitocina facilita los procesos que ayudan a definir a los mamíferos, incluida la lactancia y el comportamiento materno. La oxitocina ayuda, directa e indirectamente, a promover la curación y la restauración. Por ejemplo, la oxitocina tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y también regula el sistema inmunológico.
La vasopresina es una hormona del estrés, mientras que la oxitocina es de particular importancia para «afrontar el estrés», fomentando una sensación de seguridad que permite interacciones sociales positivas incluso durante períodos de adversidad y trauma. https://sonianavajo.com/tienes-estres-o-ansiedad/
Por tanto ahora se están descubriendo los mecanismos a través de los cuales el amor protege y cura. Es llamada la hormona del amor, del apego, de la monogamia y de los mimosos. Ahora ya se conoce que un aumento de la oxitocina puede mejorar el equilibrio emocional y mejorar la sociabilización.
La oxitocina influye en la sociabilidad y las experiencias sociales influyen en la oxitocina. Así que no hay nada como mejorar los niveles de oxitocina para mejorar tu equilibrio emocional y tu longevidad.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra hormona del amor?
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